Este genuino hebreo y celoso practicante de la ley había sido instruido en la misma por los mas destacados maestros, entre los cuales se podía contar a uno llamado Gamaliel. Por tanto el joven Saulo era muy docto en las escrituras y como todo genuino hebreo conocía que el gran Elohin, Jehová se manifestaba en la forma de una columna de fuego; así había guiado a Israel en el desierto. Gn y se le había manifestado al propio Moisés Gn. Como aquella santa Presencia no había querido manifestar su nombre, solo se llamaba a si mismo JHWH, que significa Yo Soy (lo cual es un pronombre y no un nombre propiamente dicho) los antiguos hebreos optaron por llamarlo simple y respetuosamente “Adonay” (El Señor) y no aplicaban aquella expresión (Adonay) sino a quien ellos reconocían como su ÚNICO Señor “oye Israel Jehová (JHWH) tu Dios, Jehová Uno es” Dt 6:4 Entendiendo que aquí la palabra Jehová, que es usada en versiones como la Reina Valera a los del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová) es en cambio puestos como Yave en versiones como la Latinoamericana o la Nacarcolunga; están colocadas donde debería estar “JHWH”. Lo cual no es un nombre propiamente dicho; mas aun hasta hoy en día usted infructuosamente podría tratar convencer a un hebreo genuino que el nombre de su Dios es Jehová o Yave, y a quien siguen llamando simplemente Adonay (El Señor). Es evidente entonces que aquella luz tan poderosa que fue capaz de cegar al joven erudito perseguidor de la Iglesia aun a pleno medio día no podía ser mas que la mismísima manifestación del Único Dios, por tal razón aquel fariseo le llama de aquella solemne manera “Adonay”, fíjese en las mayúsculas en que es destacado el Señor ya que la palabra originalmente usada allí es “Adonay”. Puede entender ahora la mayúscula sorpresa cuando de aquella columna de fuego se desprende aquella poderosa voz usando aquel pronombre “Yo Soy”, pero seguidamente, para su asombro, se auto proclama Jesús de Nazaret y usa esa expresión, no cualquier Jesús, sino mas bien dejando claro que era aquel mismo Jesús, quien había sido crucificado, quien después se decía que había sido resucitado y levantado y cuyos discípulos hoy perseguía, su propio cuerpo. Siendo que el conocía bien quien le hablaba, podemos entender el efecto poderosamente transformador cuando el mismo JHWH (Yo Soy) se llamó así mismo Jesús, quedo entonces claro que aquel carpintero era el mismo Emmanuel (Dios con nosotros), había cumplido Is. 9:6... y que efectivamente su vida ******* cumplir cientos de profecías. De razón le fue dicho “serás testigo de lo que has visto y oído ...”Que vio? La Columna de Fuego, el Gran Yo Soy. Que oyó? Que se había llamado asó mismo Jesús. Como no seria Pablo el gran pregonero de que Dios había cumplido su promesa y el mismo, no una segunda persona de una supuesta trinidad, había venido en forma humana a salvar a su pueblo. Puede ver estimado lector de que manera podría Pablo o cualquier otro apóstol hablar de un trinidad (palabra que jamás aparece en las escrituras) cuando ni sus antepasados, ni ellos conocieron más que un Dios; y simplemente se llamo hijo al templo de carne donde moro la mismísima Deidad. Diciendo de si mismo yo soy Jesús; aplicándose la humanidad de aquel hombre quien en innumerables ocasiones se había aplicado a si mismo la deidad con expresiones como Yo Soy el Buen Pastor, Yo Soy el camino la verdad y la vida, Yo Soy la luz del mundo Y específicamente: Yo Soy Jesús Si ha sido convencido y quiere saber mas de la unidad de Dios le invitamos a leer el artículo: Dios es Uno.