Entonces ¿Que es en verdad la celebración del Halloween? Tenemos que primero saber su origen. Este se remonta a una tradición de los Pueblos Celtas (Europa nor-occidental y Asia Menor) los cuales adoraban la naturaleza, en especial a los árboles de Roble, de manera que en el otoño cuando estos botaban sus hojas muertas, ellos celebraban la fiesta en honor al señor de los muertos “Samhain”, la cual era dirigida por los brujos de esos pueblos llamados Druidas. Estos enseñaban que ese día los espíritus de los muertos visitaban a los vivos, acompañados de Samhain, de brujas, de espíritus de pestilencia, de gatos negros etc. Los cuales se tenían que ahuyentar. Como ve, todo muy siniestro, entonces los druidas enseñaban sortilegios para ahuyentar de las casas a estos espíritus, pero aprovechaban la presencia de su señor, para consultarle con sacrificios sobre el futuro, la suerte, la salud etc. Amparados en los regalos dados por los temerosos pobladores. Esta Celebración fue introducida en América por Inmigrantes Europeos, quienes jugaban disfrazándose de espíritus, muertos y brujos, y que en nombre de los espíritus malos, hacían maldades a las personas y fechorías a las propiedades, si no se les daba algo para apaciguarlos y alejarlos del lugar, de allí es donde viene la frase en Ingles “Trick or Treat” (Regalo o Travesura ) lo cual en su origen, era que los moradores de la casa tenían que dar un regalo a Sanhaim, lo cual debía ser una virgen o un niño (a) para ser violado (a) y luego sacrificados, entonces dejaban la lámpara de Jack (la cual era una calabaza con un rostro hecho con cortes y una vela adentro) que avisaba a los espíritus perversos que el precio había sido pagado, y que dejaran en paz al resto de la familia.

 

Muchos dicen hoy en día que esas cosas no existen y que son tradiciones y hoy solo son juegos inocentes, pero precisamente eso es lo que quiere el demonio, hacerle creer a la gente que estos son juegos inocentes, para él poder introducir en la mente de niños y jóvenes la costumbre de practicar sortilegios, quitarle el rechazo hacia las cosas ocultas, producirle atracción a lo macabro e ir tomando poco a poco el control de sus espíritus, de manera que se fijen en ellos, estas creencias y en definitiva introducirlos en las practicas ocultistas y satánicas, y a diferencia de lo que algunos pregonan, estas practicas van en aumento, viendo que cada vez es mas frecuentemente reseñado en los diarios, la aparición, de no solo animales sacrificados, sino también hombres y mujeres en especial durante esa misma celebración. Hoy, en una edad altamente tecnológica, se rechaza la Biblia diciendo que nos hace regresar al pasado y a su retrazo, sin embargo es irónico que sí se dé libertad a la practica abierta y descarada de costumbres ocultistas del pasado. La astrología, los horóscopos, la adivinación, y la brujería que vemos a diario en todos los medios de comunicación y que se infiltran en las mentes y almas de las personas, a través de juegos (Guija), películas (Harry Potter) y fiestas como Halloween, no son otra cosa que puertas hacia el Ocultismo y el Satanismo, todas estas fiestas y practicas paganas son condenadas por Dios en Su Palabra :“Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas gentes. No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, Ni fraguador de encantamientos, ni quien pregunte a adivino, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos. Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti. Deut. 18:9-12. Amigo queremos que conozca lo que dice la escritura acerca de estas luchas espirituales:“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efes. 6:12 “…Y oí otra voz del cielo que decía: ¡Salid de ella pueblo mío, para que no seáis participes de sus pecados ni recibáis partes de sus plagas!...”Apoc 18:4