Ministerio Cantar de los Cantares





El Sueño Celestial

Yo quería partir y estar con la familia. La vida aquí en la tierra ya no tenía nada para mí. Todo lo que me animaba a vivir estaba en el mundo más allá; sin ellos mi corazón partido no encontraba ánimo para continuar en la lucha. Pero me supongo que era la voluntad de Dios el haber sostenido El Su Don ... El tenía un plan y tendría que ser llevado a cabo. Estoy seguro que se requirió de toda tragedia y profunda tristeza por la que tuve que atravesar para traerme al lugar en que El pudiera usarme. Dios sabe qué es lo mejor. Bajé rápido del poste; todo el cuerpo me transpiraba; yo estaba temblando. Me despojé de las espuelas, dejé de trabajar y me fui a casa. Entré a la casa desesperadamente esperando hallar algo que me quitara la mente del dolor. Pero, ¿qué podría hacer una casa vacía?-una casa con todo decorado tal como ella la había dejado. Todo lo que veía me recordaba de ella. Mientras caminaba incoherente por la casa, mis ojos enfocaron en el correo que había llegado. En un sobre leí estas "Señorita Sharon Rase Branham". El corazón se me partió nuevamente. Era una carta del banco y un pequeño cheque que le había sido enviado a mi bebita. Sus ahorros de Navidad habían sido devueltos; creo que sumaban a $1.80. ¡Oh vaya! Comencé a llorar y me arrodillé en el piso. Me encontraba tan triste; todo parecía muy difícil de tolerar. Mientras estaba arrodillado allí, pensé: "¡ Señor, si Tú no me ayudas, no sé qué haré"
Cae en un Sueño Profundo y Sueña con el Cielo
De repente caí dormido, bien agotado. (Esto fue un agradable alivio.) Mientras dormía, soñé que me encontraba en el oeste (siempre me gustó el oeste); iba caminando por allí con un par de botas y un sombrero grandote de esos del oeste. Pasé por una antigua carreta con cubierta; una de las ruedas estaba dañada, y yo silbaba esa canción: "La Rueda de la Carreta se ha Dañado". Fui sorprendido por la apariencia de una hermosa muchacha como de 17 ó 18 años. Ella parecía un ángel parada allí vestida de blanco, su hermoso cabello dorado movido por el viento, sus ojos azules brillando. Le dije: "Buenos días, señorita", y continué caminando, pero ella dijo: "Hola papá". Me di la vuelta sorprendido y extrañado, y ella repitió: "Hola papá". Yo dije: "Me perdona Ud. Discúlpeme, pero es que no entiendo, ¿cómo podré yo ser su padre? Pues, Ud. es casi de la misma edad que yo. Tiene que haber alguna equivocación". "Es sólo que no sabes dónde te encuentras, papá", respondió ella. "Allá en la Tierra yo era tu pequeña Sharon" . Yo dije: "No, ¿tú"? Ella dijo: "Sí, allá en la Tierra yo era tu Sharon". "Pero tan solo eras una bebita", respondí yo. Entonces ella me recordó: "Papá, ¿no recuerdas la enseñanza acerca de la inmortalidad"? Yo dije: "Sí, recuerdo lo que enseñé acerca de eso. ¿Por eso te encuentras así aquí"? "Papá, ¿dónde se encuentra Billy Paul"? Preguntó ella. (Ese es mi niño.) Yo le dije que había estado conmigo apenas hace unos momentos. Ella dijo: "Mamá te busca, papá, así que sólo me quedaré aquí y esperaré que llegue Billy Paul" . Pregunté: "¿Dónde se encuentra mamá"? Ella dijo: "Mira a tu derecha, papá", y miré alrededor a mi derecha. Oh se veían como rayos de luz gloriosa brillando sobre la montaña, hermosas mansiones entre verdes colinas, flores y árboles. El lenguaje nunca podrá describir lo que vi en esa escena. Sharon me señaló a una de las grandes casas y me dijo que fuera allá; esa era mi casa y mamá me esperaba allí. "¿Mi casa"?, pregunté yo, extrañado. "Pues nunca tuve una casa" . "Pues, papá, ahora sí la tienes. Ve allá, y yo esperaré aquí por mi hermano".
Se Encuentra con Su Esposa de Nuevo

Comencé por un pequeño camino que conducía hacia la casa; y cuando llegué a este hermoso hogar, vi a mi esposa salir a recibirme, tan hermosamente vestida de blanco, su cabello oscuro y largo le fluía sobre la espalda. No soy capaz de poner en palabras el sentimiento que tuve al volverla a ver. Le pedí que me explicara todo esto, yo no entendía cómo era posible. Hablamos como siempre lo habíamos hecho, yo comentando acerca de la joven tan hermosa a que nuestra pequeña niña había crecido, y ella de acuerdo. No obstante, yo no lograba entender. Ella dijo: "Yo sé que no puedes entender esto, porque las cosas terrenales no son como las cosas aquí. Este es el Cielo", "Pero yo no entiendo de este hermoso hogar. ¿Es tuyo"? "Sí", respondió ella, "es nuestro hogar eterno". "Pero no comprendo por qué habría yo de tener la oportunidad de estar en un lugar como este". Ella me habló muy tiernamente: "Después de las muchas tareas y labores, y sufrimientos que tuviste en la Tierra, has venido ahora a reposar. ¿Por qué no te sientas"? Me di la vuelta para sentarme y allí había para mí un gran sillón, un sillón Morris. Miré bien el sillón y miré a Hope. Ella se sonrió y dijo: "Sé lo que estás pensando". Aquí está lo que era: Cuando primero nos casamos, no teníamos muebles ni casi nada en nuestra pequeña casa, con excepción de una vieja cama plegable que alguien nos regaló, una estufa por la cual había pagado un dólar y veinticinco centavos y después tuve que comprarle las parillas, un viejo sofá de cuero que estaba gastado y con varios huecos, y un tapete de linóleo en el piso de la sala ... Pero nosotros lo disfrutamos y éramos felices juntos, pues teníamos verdadero amor. Pero algo que siempre había deseado era un asiento Morris. Yo trabajaba duro el día entero y después en la noche predicaba y regresaba tarde, y pensaba en lo que sería tener un sillón Morris al cual llegar y descansar. Un día decidimos que podíamos comprarlo; así que fuimos al centro, al otro lado del río, y miramos algunos. El que compramos era verde. Jamás lo olvidaré. Costó como quince dólares, tuve que pagar tres dólares de cuota inicial y un dólar por semana. Bien, estuve al día con los pagos hasta que habíamos pagado como ocho o diez dólares, y entonces no pude cumplir con el pago. No pagué por dos o tres semanas porque sencillamente no nos alcanzaba. Todos Uds. saben lo que es cuando no se logra cubrir todo. Un día le dije: "Cariño, vas a tener que llamarlos para que vengan a recoger el sillón porque ya nos hemos retrasado dos o tres veces; nos han enviado el cobro y no estoy en capacidad de hacer otro pago por ahora. Sabes que tenemos que pagar las demás cuentas, así que nos toca vivir sin él". Ella dijo: "Pues, yo no quiero hacerlo". Así que lo tuvimos uno o dos días más. Entonces recuerdo la noche que llegué del trabajo, y no lo encontré. Ella fue tan dulce conmigo y me cocinó una torta de cereza y estaba haciendo todo lo que sabía para enfocarme la mente en otra cosa y ayudarme con mis sentimientos. Recuerdo cuando entré a la habitación para sentarme y que ya no estaba, de cómo ambos tuvimos que llorar. Ella era tan dulce. Así que estando allí en mi sueño, ella dijo: "Supongo que recuerdas todo en cuanto al sillón ... Pues este no te será quitado ... Este ya está pago. Siéntate y reposa". No es necesario mencionar que Dios me dio la fortaleza para continuar. Yo prediqué y tuve diferentes empleos, finalmente llegando a ser un guardabosque para el estado de Indiana, el empleo que ejercía cuando el Don me llegó en 1946. Dios me ha bendecido y me ha galardonado bondadosamente, por lo cual humildemente le agradezco. Por varios años tuve que ser madre y padre para mi niño, pero más adelante el Señor me dio una humilde y amada esposa, y ahora tenemos una niña.

